
En círculos sociales complutenses no se hablaba de otra cosa el este domingo por la mañana que del acierto del equipo de Gobierno de la alcaldesa Judith Piquet en la elección del espectáculo nocturno para conmemorar el XXV aniversario de la declaración de Alcalá de Henares como Ciudad Patrimonio de la Humanidad llevado a cabo por el grupo Puja en la Plaza de San Diego frente a la fachada de la Universidad.
Los alcalainos, que se concentraron de manera masiva frente al histórica fachada universitara, pudieron disfrutar de las coreografias aereas de esta compañia de teatro aereo que fusiona técnicas teatrales con danza, circo y musica en vivo.
El éxito del espectaculo por su vanguardismo, transgresión y fusión cultural, que no paso desapercibido para los alcalaínos que allí se congregaron, tiene un artífice en lo que a su elección y contratación se refiere: el actual concejal de Cultura del Ayuntamiento Santiago Alonso.

Alonso, que es uno de esos personajes híbridos que andan por el mundo de la política, es del Partido Popular pero también es un hombre con gran arraigo en eso que hemos dado en llamar el “mundo de la cultura” muy colonizado por las izquierdas.
El fuerte arraigo de Alonso en el mundo cultural no ha sentado nada bien a su predecesora, la ex edil socialista María Aranguren, quien ha dominado con puño de hierro los presupuestos culturales en los ultimos ocho años de Gobierno del Partido Socialista en Alcalá y ha hecho de la concejalía su trampolín, ahora perdido, para regar con subvenciones y contratos menores a asociaciones de izquierdas de todo tipo de pelaje y garantizarse asi ser la sucesora como portavoz del ex alcalde Javier Rodriguez Palacios, que pronto será diputado nacional.
La gran personalidad de Alonso choca con Aranguren en la Cultura de Alcalá
Que actual concejal de cultura de Ayuntamiento tenga criterio propio a la hora de decidir qué espectaculos culturales son idóeos para la ciudad, le ha supuesto a Alonso en estos meses de Gobierno duras campañas de difamación por parte de María Aranguren y el aparato de medios, organziaciones sociales y culturales que todavía cree dominar.
La ex edil socialista, visiblemente afectada por la perdida del poder, recorre las calles y los eventos culturales de Alcalá comos si todavía fuera la concejal de Gobierno haciendose fotos, en una disparatada política de selfies, más propia de quien tiene nostalgia del pasado que de quien quiere ofrecer un proyecto de futuro a los alcalainos.
En su delirio, pretende seguir controlando a quien se contrata en los espectaculos culturales de la ciudad, algo que ha chocado con la personalidad de Alonso, quien tiene un proyecto de vanguadia y bien diferente de la cultura tradicional de la “izquierda de la ceja” que representa Aranguren.
El éxito del espectaculo de ayer del grupo Puja ha puesto en evidencia que hay dos modelos culturales en la ciudad. El del futuro, de la mano de Alonso, abierto que busca impulsar culturalmente a Alcalá de Henares hacia la vanguradia de las artes escenicas, y el del pasado trasnochado, que representa Aranguren basado en el amiguismo, el sectarismo y la cultura como “pesebre” al servicio de los intereses de un proyecto politico, y en el que senecesita tener el carnet del partido o afinidad para ser seleccionable como artista de mérito digno de actuar en la ciudad complutense.